A inicios de enero, TV+ trajo de vuelta a la pantalla chica a “Los Venegas”, la familia más querida de Chile y que obviamente ha tenido una buena recepción del público en las redes sociales, donde a eso de las 2 y media (misma hora que se transmitía originalmente) se puede recordar los memorables capítulos de esta serie que ha permanecido al aire en Televisión Nacional por más de 20 años.
Cabe señalar que TV+ negoció con Chilefilms, quienes poseen los derechos tanto de producción como de emisión para traer esta serie nacional y que también incluyó al “Jappening con Ja”, quienes también tuvieron un gran regreso en un programa especial donde sus protagonistas contaba cada uno de los sketchs que se emitía en dicho programa.
En esta entrevista, Jorge Gajardo y Mónica Carrasco, quienes interpretaban a Guillermo y Silvita respectivamente, pudieron expresar su alegría por poder retransmitir estos capítulos, e incluso, recordaron al “Memito”, el icónico personaje que estuvo presente en las primeras temporadas de la serie. También, recordaron como “Los Venegas” se ha ido adaptando a las tendencias sociales y tecnológicas con el pasar de los años.
¿Cómo sienten ustedes este regreso a la pantalla abierta?
Jorge: Para mí es como una nostalgia. Me hace pensar cuando uno está en esa etapa de capacidad creativa. Yo tengo 86, pero me siento todavía muy cabro, tengo muchas ideas futuristas.
Mónica: A mí me parece que es un buen reencuentro con el pasado, me ha servido para valorar realmente lo que el programa fue y lo que significó para cada uno de nosotros en nuestro desarrollo tanto como actores, actrices, como en lo personal. Me emocioné mucho ver al Memito de 11 años, ahora es un hombre de 44 años que tiene tres hijos, entonces me emocioné mucho.
¡Imagínate que son 22 años!. Además, 22 años de un cambio de país también, porque nosotros partimos el 89, vino la democracia y vimos toda la etapa de la transición, todo lo que pasaba en Chile le pasaban los Venegas, entonces también es un programa histórico-sociológico, un retrato de lo que somos los chilenos y cómo fuimos cambiando.
¿Qué capítulos fueron los más icónicos e importantes?
Mónica: Tengo en la memoria un programa que hicimos especial para un año nuevo, que se celebró en la casa de los Venegas y fue muy bonito, porque fue un encuentro con toda la gente del canal. Estaban los rostros de esa época, estábamos nosotros y éramos los Venegas que recibíamos al canal, así pasamos el año nuevo juntos con todos los chilenos. Entonces sentí que era un programa muy emocionante… muy bonito. Me acuerdo también de una Navidad donde nosotros cantamos una canción que nos compuso el Espinita, Jorge Pedrero.
¿Cómo creen que su programa conectará con las nuevas audiencias, con una generación más joven?
Jorge: Creo que al ver cómo vivíamos nosotros pueden verse las diferencias tecnológicas, por ejemplo, el teléfono que prestaban en el barrio, cobrando para que lo usaran, era una situación que ahora resulta absolutamente prehistórica.
Mónica: Se puede ver que el humor ha cambiado un poco, pero yo creo que, fundamentalmente ven una familia. A nosotros nos pasa que cuando nuestros nietos descubrieron los Venegas, que lo vieron en Youtube, empezaron a imitar y nos mandaban vídeos.
Jorge: Hay un prejuicio, pensando que todo es actual. Quizás nosotros lo tuvimos en nuestro tiempo, como que “Somos la generación que trae lo nuevo”, pero cuidado… Hay cosas que son más permanentes que lo que uno piensa y poder encontrarse de repente con esta amabilidad familiar, esta forma de compartir el almuerzo, la comida, son cosas que se pierden, porque ahora cada uno se sienta con su teléfono y vive su propio mundo. No sólo en el aspecto emotivo, sino que también en un aspecto intelectual.
Mónica: Lo que recibimos siempre que la gente nos para en la calle es “yo me acuerdo cuando llegaba a la hora de almuerzo del colegio y los veía con mi abuelita” o “yo crecí con ustedes”, porque somos parte de esta generación que creció con nosotros y cuando lo escuchas, te lo dicen de verdad, porque existía la costumbre que el televisor estaba en el living de la casa y el cabro chico llegaba del colegio, tiraba la mochila y se ponían a almorzar mirando Los Venegas. Creo que esa nostalgia permanece.
Los Venegas eran un reflejo de la familia chilena durante la década del 90, ¿Cómo perciben este cambio en la sociedad?
Mónica: Yo creo que la humanidad no sabe para dónde va la micro. No estamos viendo que hay un mundo convulsionado y yo diría tsunamico. Por otra parte, hay cosas muy lindas como por ejemplo, aparecen los movimientos ecológicos, los movimientos de protección a los animales, y cosas que ya son un pecado sostenerlas, como el trato con los demás, la tolerancia al que es diferente, una serie de cosas que son positivas.
¿Qué es lo más rescatable de este nuevo ciclo del programa?
Jorge: Yo noto la necesidad de un “humorismo” hacia la familia misma, como somos realmente. Por ejemplo, los mexicanos que nos muestran una fiesta, prototipos de personajes, pero que no existen en la realidad. En estos capítulos recordamos como era la familia, con sus altos y bajos, con personajes típicos chilenos, el esfuerzo, el humor y la picardía.
Mónica: Pero el humor nuestro siempre fue un humor blando, diría yo.
TV+
¿Cómo definirían actualmente su relación?
Mónica: Es la relación de dos personas que han estado juntas por más de 40 años, con todo lo que eso significa (ríe)
Jorge: Porque hay que saber llegar juntos hacia el final, pasando por encima de todos los problemas que puede tener uno, puede tener el otro o pueden tener los dos juntos.
Mónica: Lo que a mí más me hace sentido, es que nosotros con Jorge nos tenemos un respeto mutuo y un amor incondicional, y yo creo que eso es lo que nos ha mantenido juntos.
Jorge: Parte por un entendimiento de que hay diferencia entre hombre y mujer, en las generaciones, en las etapas. Creo que somos modernos, y hemos podido seguir entendiéndonos, con todas nuestras debilidades y defectos.
Mónica: Pensamos que cuando se fueran los hijos íbamos a quedar con el “nido vacío”… para nada, porque lo pasamos muy bien juntos, de verdad.
Jorge: Ahora vivimos en un mundo moderno, en que se acepta una forma de relación mucho más amplia, y es correcto porque no vivimos solos, vivimos rodeado de tentaciones (ríe). Hay que aceptar que eso ocurre, y tener la madurez de enfrentar ese tipo de cosas y mantenerse como pareja.
Mónica: Uno tiene que mantenerse cuando hay cariño y hay ganas, porque si eso se apaga no tiene sentido.
¿Qué características de sus personas, han trascendido en los años?
Mónica: Yo veo en Jorge una persona muy creativa, muy inteligente, muy culta, muy interesado por el otro. Él tiene una avidez de conocimiento impresionante. Él es famoso en la familia, por ejemplo, nosotros tenemos un chat y cada vez que alguien está de cumpleaños, Jorge le escribe unos versos. Toda la familia espera el verso que le tocó en el cumpleaños. Él es una persona tremendamente generosa y eso ha permanecido en el tiempo.
Mónica: Cuando grabábamos la serie recibíamos mucha correspondencia de la gente pidiéndonos consejos, de casos especiales de “dígale dígale a mi hijo que haga las tareas”, porque nuestros personajes eran un reflejo de la familia y confiaban en nosotros…
Jorge: Uno de los personajes más destacados fue la Yoyita, con quien abordábamos el respeto a la vejez, por eso lo extendimos hasta el último momento. Yoyita rompió esquemas, porque era muy pícara, mucho más progresiva que Silvia.