¡Justicia divina!: El memorable relato de Julio Martínez en el mundial del 62
Este año se cumplió 60 años de la realización del Mundial de Chile, disputado en 1962. Nuestro país pudo concretar el sueño de estar dentro de los tres mejores del mundo y que para quienes hayan vivido ese momento, no lo olvidarán nunca de que la Roja de ese entonces, haya podido estar en lo más alto, cosa que con la generación actual no han podido igualar en un certamen mundialistico.
Los medios de comunicación estuvieron presentes en este acontecimiento, la televisión estaba todavía en pañales, pero aún así hicieron el mayor esfuerzo técnico y humano para poder llevar con la lente de una cámara, todas las alternativas de este encuentro. Sin embargo, la radio fue fundamental para escuchar los encuentros de la selección, sabiendo que en la mayoría de las regiones era su única fuente de información y de entretención.
Entre medio de la cobertura radial se encontraba el gran Julio Martínez, quien fue testigo de la hazaña inédita, cuando La Roja pudo vencer a la Unión Soviética y pasar a las semifinales del Campeonato. El 10 de junio de 1962 la Roja venció 2-1 al campeón de Europa por los cuartos de final del Mundial de Chile. Lo más recordado fue el 1-0 de Leonel Sánchez, un tiro libre que debió ser penal, y al ser gol, fue bautizado como “justicia divina” por el entonces relator Julio Martínez.
“Leonel va entrando a la zona de castigo… ¡Derribaron a Sánchez! Lo derribaron adentro un metro y el juez cobró afuera la falta. Los penales sólo se cobran contra Chile en este campeonato”, señalaba el periodista, muy ofuscado por la situación. Sin embargo, ese golazo hecho por el entonces ídolo de la Universidad de Chile, Leonel Sánchez, hizo emocionar de alegría a los más de 17.000 espectadores que estuvieron aquel día en el Estado Carlos Dittborn de Arica.
“Un tiro libre impresionante de Leonel Sánchez y la pelota en la red. Justicia divina… Justicia divina, amables oyentes. Era penal, esa falta fue a un metro dentro del área”, expresaba Julio Martínez con una alegría espontanea.
Ese registro radial fue incluso materializado en un vinilo y que se puede escuchar en plataformas como Youtube, donde se puede oir el relato del profesional y que en 1970 le valió el Premio Nacional de Periodismo.