Este viernes, en horario estelar (22.40 horas), TVN emitirá la prestigiosa cinta “La memoria infinita”, que cuenta la conmovedora historia de amor de Augusto Góngora y Paulina Urrutia, que han estado juntos y enamorados hace más de 25 años. Sin embargo, sus vidas cambiaron para siempre con el diagnóstico de Alzheimer de Augusto.
En un relato sobre el recuerdo individual y colectivo, Augusto, quien fuera un destacado periodista cultural de la televisión chilena, y Paulina, reconocida actriz y ex ministra de cultura, dialogan entre la reconstrucción de la memoria e identidad, y a la vez mantienen vivo ese amor cómplice inquebrantable.
La obra cuenta con un importante prestigio internacional tras ganar el Festival de Sundance con el Premio del Jurado – Documental (World Cinema); el Premio Goya (España) a Mejor película iberoamericana y estando nominada a los Premios Oscar en la categoría mejor documental.
“Nos importa mucho y es parte de nuestra misión poner en pantalla historias de gran calidad que aporten al país y que nos inviten a reflexionar sobre la sociedad que estamos construyendo, en ese sentido, nos enorgullece profundamente emitir en exclusiva por televisión abierta esta película, dando la oportunidad a todo el país para que pueda conocerla”, comenta Eduardo Cabezas, Gerente de Producción de TVN.
Hace unos meses, en una entrevista con Blanca Lewin para el programa “Hora 25” de NTV, Maite Alberdi, quien se encarga del guión y dirección de la cinta, comentó que fue Augusto Góngora quien la convenció a ella y a todo su entorno familiar de hacer el film.
“Un día Augusto nos dijo. ‘¿Qué les avergüenza? Que no pueda agarrar bien el tenedor. Yo no tengo vergüenza. Hay que mostrarlo'”, relató la realizadora de la película, agregando que “Augusto eligió ante todo hacer un documental de la última etapa de su vida”.
Las grabaciones iniciaron unos años antes de la pandemia y se mantuvieron durante el encierro donde la cámara de la propia Paulina Urrutia fue fundamental. Frente a eso, Maite Alberdi comentó en esa ocasión que “siempre me he preocupado de los planos, pero en este caso la perfección del plano no importa tanto. Son imágenes mejores (las de Paulina) que las mías porque tienen un nivel de intimidad y cariño profundo”.