“Coliseo” continúa en la ardua búsqueda de encontrar al próximo comediante que cumplirá el sueño de llegar al Festival de Viña 2026. Ya con dos capítulos llenos de risas y tensiones, la Gran Gala definió a los 10 competidores que se enfrentarán en las semifinales.
El 22 de noviembre, otra jornada de competencia se vivó en el escenario, donde el talento y la gracia son parte clave para cautivar y hacer reír a los espectadores. Estos son los cinco que lograron vencer a su competencia directa mediante la votación del selecto jurado.
En la primera batalla, Claudio Merlín se llevó la corona. Además de hacer comedia, es diseñador gráfico, rapero, y también colabora activamente en un podcast junto a la comediante Pam Pam. Sus rutinas son rápidas, exageradas e inmersas en lo cotidiano. Una de sus influencias en el humor es el repertorio de Álvaro Salas.
El humor musical de Lis la Cubana la coronó como la segunda ganadora de la noche. Con una vida ligada al estudio del piano clásico y el teatro, Lis vino a Chile por amor y terminó encontrando en la comedia su verdadero camino para progresar. Su tiempo se divide entre el humor y dar clases de piano. Su humor musical contiene anécdotas, intervenciones con el público y mucho ingenio, logrando una buena dinámica con las demás personas en la sala.

En la tercera batalla, Danilo Schlegel logró consolidarse ganador. Proveniente de Concepción y con seis años de trayectoria, Danilo trabajó con grandes comediantes como Lucho Miranda y Claudio Michaux, permitiéndole establecerse en el circuito de la comedia. Su humor destaca por los remates inesperados, la simpatía en el escenario y las sátiras en la sociedad.
Nico Pontigo fue el ganador indiscutido de la cuarta ronda. Con 26 años, Nico estudió teatro, pero lo dejó para dedicarse a lo más cercano: la comedia. Es Content Manager de importantes cómicos nacionales, además de haber trabajado en medios online. Su agilidad y carisma para hacer un humor absurdo de estilo transversal y cercano le permiten ser parte de esta nueva generación de comediantes.

La última ronda fue dominada por Leo Fuentes. Es técnico electrónico, supervisor industrial e ingeniero especialista. Su acercamiento al humor se debe a un taller para mejorar su desempeño como supervisor en minerías, donde el Stand Up lo terminó conquistando profundamente, al punto en que decidió dedicarse a él. Su humor seco, inexpresivo y burlesco le permiten hacer reír a través de las desgracias humanas y personales.